Los divorcios que terminan en custodia compartida de los hijos se ha doblado en diez años, han pasado de 9.032 en el año 2013 a 19.670 en 2021 según la última estadística de INE. Este incremento provoca que se hallan disparado los divorcios del 18% en 2013 hasta el 43% el año 2022.
Este cambio de tenencia supone un modelo deseable que implica la participación de los dos progenitores en el cuidado de los menores.
Y es que en una custodia compartida semanal se favorece el reparto del tiempo más adecuado para la estabilidad y las rutinas de los menores en cada casa.
Fijando un régimen semanal con cada progenitor evitamos que no transcurra un lapso de tiempo prolongado sin tener contacto con el otro progenitor.
Igualmente se permite una mejor organización familiar y laboral a los progenitores.
En cualquier caso, es necesario el estudio pormenorizado de cada asunto y de forma individualizada porque cada familia es diferente.
Velando siempre por el interés del menor.